Floribeth Mora se emocionó hoy en
Roma al recordar cómo fue sanada milagrosamente, según ella, por el papa Juan
Pablo II de un aneurisma cerebral por el que le habían dado un mes de vida y
ahora, tres años después de su curación, se pregunta por qué fue ella la
elegida.
"No sé por qué Dios me
eligió a mí entre tantas personas, no sé por qué Juan Pablo II me curó, pero le
estoy muy agradecida y ahora mi cometido es llevar a todos los confines del
mundo mi testimonio de vida para mostrar la existencia de Dios", dice Mora
en una entrevista a Efe.
La costarricense está en Roma,
junto a su marido, Edwin, y dos de sus cinco hijos, Edwin y Keynner, para
asistir al acto de canonización del papa Juan Pablo II el 27 de abril.
Su historia es la de una mujer
que fue sanada, cuenta, de una lesión incurable por intervención de Wojtyla,
"un milagro", recuerda, que fue certificado por el Vaticano.
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