¿Nuestra sociedad en putrefacción?
Nos ha llamado
poderosamente la atención un mensaje vertido por el presidente uruguayo José
Mujica al indicar, “no le pidamos al docente que arregle los agujeros que hay
en el hogar”.
Lo que se interpreta
del mandatario es que en el hogar al niño, al joven se le debe de inculcar
valores y en la escuela los conocimientos de las materias establecidas en la
curricula.
Dicho de otra manera en
el hogar se aprende a saludar, a ser limpio, honesto, puntual, ser correcto,
hablar bien, no expresar groserías, respetar a los semejantes, ser solidarios,
comer con la boca cerrada, no bostezar delante de tus amistades, no robar, no
mentir, cuidar la propiedad ajena entre otros comportamientos.
Lo que se ha perdido es
que vemos en padres que tratan a sus hijos con groserías y hasta les mientan la
madre a sus hijos y estos de igual manera a sus padres, es casi el trato
cotidiano.
En la calle jovencitos
aparentemente que parecieran bien formados acompañados muchas veces de
jovencitas y en la conversación cotidiana la chica le mienta la madre a su
amigo y este le responde con otra grosería de alto calibre y todo en una
conversación amena dentro de lo más normal??.
Nos preguntamos donde
está el respeto a la mujer y esta al hombre, nuestra sociedad está sufriendo
una descomposición de allí que el hijo mata a los padres, entre hermanos se
matan a este paso lo que se espera es que nuestra sociedad sea putrefacta, salvo
hogares que si los padres forman a sus hijos con valores.
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