En el penal de Carquin existía
una
central de inteligencia
para extorsionar
a empresarios
En el penal de Carquin ubicado en Huacho existía una central de
inteligencia, organización criminal que llamaban para chantajear y amenazar
desde el interior de este centro penitenciario, hallándose celulares,
cargadores, tarjetas, chips, tarjetas de diversos empresarios, boucher de depósitos
bancarios y varios cuadernos con registros de casi 900 empresarios con base de
datos de nombres y teléfonos de empresarios de diversos rubros que viven en
Lima, Ancash, La Libertad y Cañete, según un informe emitido por América Televisión
en el programa dominical “Domingo al Día”.
Pero no solo extorsionaban a empresarios, sino también se les halló una relación
de 897 personas en su mayoría comerciantes que sus negocios se encuentran en el
norte chico de Lima.
Duro golpe a esta organización criminal de extorsionadores, le dieron los
agentes policiales, al internarse en el penal de Carquín a la una de la
madrugada, cuando los internos descansaban, ingresando al pabellón 2; así como,
al venusterio, área destinada para los encuentros íntimos, con sus parejas,
donde encontraron material con los que cometían actos de extorsión y
criminalidad, cuando sus víctimas no cumplían sus requerimientos de fuertes
sumas de dinero.
En las celda se les intervino a los presos Enrique López Cabana, Andy López
Orellana, Wilfredo Martin Borja, a quienes se le encontró mayor cantidad de celulares,
cargadores, tarjetas, chips, tarjetas de diversos empresarios, boucher de depósitos
bancarios, y cuadernos de registros con casi 900 empresarios en lista.
La policía después de un trabajo paciente tomó conocimiento que internos de
este centro penitenciario se contactaban con diversos negociantes como César
Bellido Sánchez Navarrete, quien manifestó que recibió la primera llamada solicitándole
una colaboración, le pedían 20 mil, 30 mil soles. Este hombre tiene chacras en el fundo Santa Rosa,
las llamadas eran amenazantes, sufrió un robo por un grupo de delincuentes para
seguidamente por 30 días soportar reiterados mensajes de extorsión, pero tuvo
el valor inmediatamente de sentar la denuncia a la policía y continuara
conversaciones con los extorsionadores, hasta que los efectivos lograron
rastrear las llamadas que salían de la cárcel de Carquín.
Eran toda una mafia que contaban con cuentas bancarias a nombres de
terceras personas. En el país exige toda
una industria de bandas delictivas, de allí que el país viene sufriendo uno de
los peores embates contra la seguridad ciudadana, convertida en inseguridad ocasionado
por extorsionadores, sicarios contratados para matar delincuentes que cada vez
se vuelven más crueles y sanguinarios; todo este tinglado es parte de la corrupción
de las autoridades, sino veamos como ingresaron los celulares, cargadores,
chips a este penal de Carquín y para distraer a la prensa y a la población anuncian
cuando detectan a un familiar de un recluso ingresar un chip hacen todo una
noticia, y ahora con lo que ha encontrado la policía que tendrá que decir el
director del penal y el personal del INPE de este grave hecho.









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